SISTEMA MUSCULAR

Terminología y organización de músculos

Los músculos son formaciones anatómicas que gozan de las propiedades de contraerse y relajarse, y los podemos clasificar en: MÚSCULO LISO, MÚSCULO CARDIACO Y MÚSCULO ESQUELETICO.

1.- MÚSCULO LISO (blanco, no estriado, involuntario o visceral): Forma parte de las paredes de la mayoría de los vasos y vísceras huecas. Estos músculos son fundamentales para controlar el calibre de la luz de las estructuras tubulares, sus células producen contracciones rítmicas conocidas como ondas peristálticas.

2.- MÚSCULO CARDIACO: Forma la mayor parte de las paredes del corazón. La frecuencia cardiaca está regulada por un marcapasos que se compone de fibras musculares cardiacas que inician el estímulo de contracción.

3.- MÚSCULO ESQUELÉTICO (voluntario, rojo o estriado): Produce principalmente los movimientos de los huesos del organismo. Se puede controlar la actividad de este musculo en forma consciente. El cuerpo humano presenta más de 600 músculos, que constituyen aproximadamente el 40 % del peso corporal y producen movimientos de acortamiento, es decir, traccionan y nunca empujan. Este tipo de músculo puede clasificarse en diferentes formas, ejemplo:

a)     Dentro de la conformación de una superficie pueden distinguirse:

·             Músculos superficiales

·             Músculos profundos

b)     De acuerdo a sus dimensiones los dividimos en:

·             Músculos largos o fusiformes: se encuentran en los miembros donde predomina la longitud.

·             Músculos anchos o planos: situados sobre las paredes del tronco con predominio de longitud y anchura sobre el espesor.

·             Músculos cortos: se encuentran en la mano, cara y columna vertebral.

·             Músculos orbiculares (anulares): los compuestos por fibras dispuestas en forma de arco o círculo alrededor de ciertos orificios del organismo.

Conformación del músculo

El tejido muscular está conformado por células musculares que también son denominadas fibras musculares, debido a que son de estructura alargada. Las células, a su vez, contienen en su interior en sentido longitudinal, una gran cantidad de filamentos que corresponden a proteínas y que conforman miofibrillas. Las proteínas al desplazarse unas sobre otras, reducen la longitud de la célula, y en consecuencia el músculo en su totalidad también disminuye su longitud, teniendo el efecto de contracción. La contracción en el músculo cardiaco ayuda a la reducción del espacio dentro de él, permitiendo la expulsión de la sangre; en el músculo liso de una víscera hueca, la contracción ayuda a comprimir y desplazar el contenido, para su adecuado transporte; y en el músculo esquelético, la contracción permite la tracción de huesos teniendo como efecto el movimiento de las articulaciones.

El tejido muscular de tipo esquelético, se encuentra unido y cubierto por tejido conectivo (el cual contiene colágeno y en ocasiones células conocidas como fibroblastos) que a su vez le permite facilitar su deslizamiento. Este tejido conjuntivo presente en el músculo se divide en:

·             Endomisio: que cubre fibras musculares (células musculares)

·             Perimisio: cubre fascículos (conjunto de fibras musculares)

·             Epimisio o fascia: cubre al músculo completo (conjunto de fascículos). Cuando varias fascias se unen, podemos presenciar una aponeurosis.

El mismo tejido conectivo por un extremo del músculo, conforma al tendón, el cual será la extensión para que el músculo se una a un hueso.

Cuando se presenta una contracción permanente en los músculos para mantener una postura es conocido como tono muscular, y es generado por el estímulo del sistema nervioso (inervación). Cuando el músculo es privado de esta inervación, se desarrolla atrofia a medida que sus fibras musculares disminuyen de tamaño. Un músculo también puede aumentar de tamaño e hipertrofiarse como consecuencia de su uso constante, generando que las células aumenten de tamaño, pero no en número. También, los músculos necesitan un aporte de oxígeno y nutrientes, otorgados por la irrigación de vasos sanguíneos que se extienden por todo el musculo.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

•      Cohen, B. y Taylor, J. (2009). Memmler El cuerpo humano, Salud y enfermedad. España: Wolters Kluwer.

•      Dox, I., Melloni, D., Eisner, G. y Melloni, J. (2013). Diccionario medico ilustrado. España: Marban.

•      Drake, R., Wayne, A. y Mitchell, A. (2010). Gray Anatomía para estudiantes. España: Elsevier.

•      Fuentes, R. y De Lara, S. (1997). CORPUS Anatomía Humana General. 1ª edición; Editorial Trillas.

•      García, J. y Hurlé, J. (2006). Anatomía Humana. España: Mc Graw Hill-Interamericana.

•      Garcá, J. y Hurtlé, J. (2015). Neuroanatomía humana. España: Panamericana

•      Kiernan, J. y Rajakumar, N. (2014). El sistema nervioso humano, una perspectiva anatómica. España: Wolters Kluwer.

•      Latarjet, M. y Ruiz, A. (2019). Anatomía Humana. Argentina: Panamericana.

•      Mc Connell, T. y Hull, K. (2012). El cuerpo humano, forma y función. España: Wolters Kluwer.

•      Moore, L., Dalley, A. y Agur, A. (2017). Anatomía con orientación clínica. España: Wolters Kluwer.

•      Pró, E. (2012). Anatomía Clínica. México: Panamericana.

•      Rouviere, H. y Delmas, A. (2005). Anatomía Humana. España: Elsevier Masson.

•      Saladin, K. (2012). Anatomía y fisiología, la unidad entre forma y función. México: Mc Graw Hill.

•      Schünke, M., Schulte, E. y Schumacher, U. (2006). Prometheus Texto y Atlas de Anatomía. España: Panamericana.

•      Splittgerber, R. (2019). Snell Neuroanatomía clínica. España: Wolters Kluer.

•      Tortora, G. y Derrickson, B. (2013). Principios de Anatomía y Fisiología. España: Panamericana.

Responsables de edición:

Tania Erika Román Bautista

Oscar Díaz Flores