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Cartel Científico

Un cartel científico puede entenderse como un resumen gráfico de los resultados de una investigación (tesis, tesina, trabajo de investigación, etc.), y, a pesar de considerarse una forma de difusión científica relativamente nueva, es cada vez más popular (sobre todo en el área de las ciencias de la salud) ya que involucra una forma de hacer llegar la información de manera un tanto informal y sintética a todo tipo de públicos (investigadores de la misma y otras áreas, estudiantes y el público en general) (Van’t Hoof, 2013). 

El cartel científico debe dejarle claro a los lectores lo que los investigadores querían saber, cómo le hicieron para general el conocimiento y qué resultados se obtuvieron, señalando así los aspectos más importantes de la investigación y facilitando la discusión e intercambio de ideas con otros colegas.

Para su realización, se debe establecer el problema a tratar y recolectar los datos que se incluirán, también se debe redactar la información y generar los componentes gráficos (fotos, tablas, diagramas, etc.), revisar la bibliografía y proponer posibles formas de acomodo de la información y colores a usar (Van’t Hoof, 2013). Es recomendable también partir de un resumen de la investigación de la cual se quiera hacer el cartel, el contenido del mismo debe ser conciso y claro (Bibliotecas USL, 2020).

Ahora bien, para que un cartel científico sea exitoso debe ser visualmente atractivo, esto para incentivar a la gente a leerlo, y también, debe tener contenido lo suficientemente adecuado para exponer todos los resultados claves de la investigación (Van´t Hoof, 2013).

A pesar de que los carteles pueden variar dependiendo de la disciplina o de otros aspectos, se sugiere que un buen equilibrio entre gráficos y texto es de 50%-50% (Van´t Hoof, 2013), otros sugieren un 50% gráficos, 25% texto y 25% espacio (Bibliotecas USL, 2020). Todo debe presentarse de la manera más simple posible sin omitir la información clave para entender la esencia de la investigación. Es recomendable también variar el tipo de gráficos presentados (cuadros, fotos, tablas, etc.) y no usar más de diez elementos en un solo cartel (Van´t Hoof, 2013).