La Asociación Internacional de Deportes Mentales (con sus siglas en ingles, IMSA) fundada en abril del año 2005 sentó las bases para la conceptualización de los deportes mentales y entre los requisitos fundamentales están: que tengan elementos de competición, no tener incluido elementos de azar, que su práctica no constituya un riesgo para la salud y debe ser universal, no debe depender de una cultura específica, por lo tanto debe practicarse en varios continentes y en más de 50 países.

Los llamados Deportes Mentales constituyen además un medio de comunicación a traves de las manos, ya que en cada jugada se brinda una importante informacion acorde a la estrategia del juego. Su práctica no excluye a ninguna persona sin importar diferencia de edad, sexo, raza o país de origen. Constituyen una vía idónea para la recreación sana y para el desarrollo de habilidades básicas del pensamiento, en su esencia se esconden una gran cantidad de enseñanzas que merecen ser estudiadas.

La práctica de los Deportes Mentales ayudan a desarrollar características de la personalidad, que preparan al hombre para un mejor desempeño en la vida, constituyendo cada uno de ellos un buen modelo para favorecer la toma de decisiones, el desarrollo de habilidades tácticas, el aprendizaje de la conducción estratégica, la planificación global y la coordinación de las acciones durante el juego.

Los deportes mentales deberían estar presentes en la vida de todos los seres humanos, ya que permiten ejercitar el cerebro y diversos estudios han demostrado que las actividades centradas en estimular la memoria funcional pueden aumentar la capacidad intelectual en todas las áreas cognitivas.