El primer paso para gozar de salud bucal es adoptar buenas rutinas de higiene bucal. Los Dentistas son el personal de la salud expertos en indicar a los padres de los infantes la técnica correcta a usar así como su frecuencia y elementos necesario para limpiar dientes, encías y lengua después de cada ingesta de alimentos.
El uso de la técnica correcta aunado a la selección del cepillo correcto, al dentífrico o recurso indicado en cada etapa (dedal, gaza, limpiador lingual, etc.) y a la frecuencia indicada son elementos imprescindibles para obtener el éxito deseado de la salud bucal.
La biopelícula es una fina capa que recubre la superficie de nuestros dientes y sobre la cual se depositan las distintas bacterias que anidan en nuestra boca. La acumulación de biopelícula debe ser eliminada de forma eficaz, de lo contrario al calcificarse con el paso del tiempo forma el sarro dental y en esta etapa solo podrá ser removido con la ayuda del Dentista en su consultorio, mediante la ayuda de herramienta que podrían resultar más agresivas para los pacientes.
La biopelícula es la responsable de posteriores afecciones tales como la caries o las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), pero además, afecta negativamente a la estética de la boca al tener un color amarillento y olor desagradable.
Con el fin de eliminar la biopelícula, los dentistas recomiendan el cepillado de dientes después de cada alimento, tomando en cuenta tres aspectos importantes:
1.- LA PRESION EJERCIDA con el cepillo dental. Más presión no influye de manera positiva en la higiene de nuestros dientes, hay reporte de casos que inclusive puede llegar a dañar nuestras encías si hay gingivitis por ejemplo.
Por otro lado, un cepillado agresivo puede provocar lesiones en las encías, papilas gustativas; generando molestias derivadas de una mayor sensación de sensibilidad dental. Para evitar el daño de las mismas se recomienda el uso de cepillos de cerdas suaves.
2.- EL TIEMPO O DURACION. Para que el cepillado resulte efectivo, debemos efectuarlo durante un tiempo estimado en torno a 2 o 3 minutos. Durante este periodo, pasaremos el cepillo sobre la superficie de todos los dientes, los cepillos no se deben usar por mas de tres meses, deber guardarse en lugar limpio, ventilado y cubierto de forma tal que las bacterias, polvo, basura etc., no se alojen en sus cerdas.
3.- LOS DIENTES A LIMPIAR. El cepillado deber ser en todos los dientas sin olvidar los molares, para lo cuál se debe llevar un orden, que es de la parte superior derecha mas posterior en las caras que dan hacia las personas, y de ahí se va hasta el lado opuesto, se pasa abajo y se va hasta el lado derecho, posteriormente pasamos a las caras que dan a la lengua y vamos hasta el lado opuesto y pasamos a las caras del paladar, primero del lado izquierdo y luego del derecho. Y por ultimo las caras con las que masticamos.